Página nada oficial del
Ford Fiesta XR2
(XR2? Qué significa eso?)

Flor Party XR2 (Xtreme Racing)

Año de fabricacion:

1983 ó 1984

Cilindrada:

1590 cc

Potencia:

96 CV

 Velocidad Máxima:

Marcador puesto a 175 (en bajada)
  Según libro de instrucciones, 171

Consumo:

Súper: 14 l/100 Km - Aceite: 0.2 l/1000 Km
   

COMPORTAMIENTO

Un coche pequeño, ratonero, con bajo recorrido de suspensiones que sorprendían con severos golpes ante el mínimo apoyo en curvas. Con unas ruedas de desmesurado tamaño, el coche parecía como arrastrarse por la carretera mientras se golpeaba contra cada bache.

El volante, como siempre, torcido y la posición de condución no acababa de cuadrar.

La característica mas representativa de este modelo era el consumo agresivo de carburante. Era difícil bajar de 12 litros. Como consuelo, el coche provocaba un especie de microexplosiones en el escape cuando se le retenía con el motor a altas revoluciones que eran una delicia oirlas desde dentro (daba un ambiente muy racing) pero que seguro resultaban un tanto macarras para los posibles espectadores de tal vehículo. Ciertamente, poner a punto el viejo carburador de doble cuerpo, era cosa fina.

El coche, blanco, estaba lleno por todas partes de spoliers de plástico negro por lo que no había por donde cogerlo estéticamente hablando. Disponía de una luz trasera atornillada por su antigua dueña que siempre acababa apuntando hacia abajo.

En sus últimos día se le incorporaron los extras típicos: Volante Luigi y pomo de la palanca de aluminio.


FINAL

La noche en que se celebraba la fiesta presentación del calendario Larios'2000 el coche hubo de ser retirado de una muy céntrica calle madrileña por una grúa despues de estar como dos horas tapando totalmente la calle Fuencarral a cinco metros de la Gran Vía y sin que -milagrosamente- apareciera ningún policía.

Taxis, autobuses y coches tuvieron que recorrer marcha atrás tan angosta calle y aún hoy en dia los presentes que allí estábamos no entendemos cómo lo hacían.

Por alguna razón se paró en esa calle y se negó a seguir circulando.

Su último viaje le llevó encima de una grúa, conducida por una especie de TROLL nauseabundo, a un callejón de una ciudad perdida, donde estuvo azotado unos quince días hasta que por fin se lo llevaron los del desguace.


...y después... el Sierra !! Se mire por donde se mire, es difícil encontrar algo agradable en ese coche...