Página nada oficial del
Renault Supercinco GTL

 

Año de fabricación: 1988
Cilindrada: ??? cc (tengo que mirarlo, creo que es un 1400)
Potencia: ??? CV (Ya lo miraré, creo que sobre 60)
Velocidad Máxima: Marcador puesto a 165
  Según libro de instrucciones: (Ahora lo miro, luego)
Consumo: Súper: 9 / 13 litros a los 100 Km, según conducción.
   
COMPORTAMIENTO

El coche, anda. No se puede esperar mucho más de él. Le funciona todo, pero no destaca por nada. Es el coche eterno. No corre nada, pero va a los sitios. No se caliente, no gasta aceite, a veces pienso que gasta mucha gasolina, pero es que eso es porque voy siempre con el pie a tope.

He de reconocer que a mí este coche me llamó la atención hace muchos años cuando salió porque descubrí con gran alegría que cuando ponías el intermitente de la izquierda se encendía el piloto correspondiente al de la izquierda en el salpicadero, y el de la derecha con el de la derecha, cosa que me alegró sobremanera, ya que el resto de coches disponía de un único piloto indicador de que uno de los intermitentes estaba puesto...

Vale, es triste que ese haya sido el único argumento interesante en ese coche, pero que quereis que le haga...

También, con este vehículo he conseguido un sucio anhelo que tenía desde hacía tiempo, y que era montar en un coche un equipo de sonido que costara más que el propio coche. En este caso, y habíendose conseguido, he de reconocer que el equipo es bastante normal, con lo que se puede hacer uno una idea del valor del coche...

Como particularidad, el cuentarrevoluciones tiene tres colores: Neutro hasta 2500, verde hasta 4500 y naranja hasta 6000. Pues bien, a partir de 3500 el motor se termina. Como un diesel. A 4300 RPM en quinta es donde coge su velocidad máxima. Si intentas acelerar a más de 4000 RPM, el motor empieza a chillar como un cerdo que sabe que lo van a matar, y denota una carencia de empuje de gran envergadura.

Uno, al imaginar los retenes y casquillos a punto reventar, levanta el pie y sigue conduciendo, comiéndose su soberbia y sintiéndose un mierda más, como su coche.

Porque eso es que transmite el coche. La sensación de la nada, de algo que no destaca ni destacará por nada, ni siquiera porque tenga alguna cosa mala.

Francés, muy fránces.


FINAL

Pues ahí está aún. Aunque cada vez lo uso menos porque el S2000 es mucho S2000, de momento siempre está dispuesto para arrancar a la primera y salir pitando hacia cualquier parte que le pidas...


  
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©2002 Juan Prada